Ante el Hércules y con tan sólo 19 años, el ahora ex capitán blanquiazul fue el autor del 1-2 definitivo y culminó a falta de un minuto para el final del encuentro una remontada que permitió al Espanyol seguir peleando por la permanencia. Un debut soñado por todo jugador que aspira a dar el salto al máximo nivel y que, más que nunca, contrasta con el final que le ha tocado vivir en el club de sus amores. Un final en el que, pese a que la palabra apartado nunca ha sido pronunciada, sigue sin contar para el entrenador y asiste, impotente, al paso de las jornadas desde la grada.
Llegó por la puerta de servicio, la que le toca a los chavales de la casa, pero sus goles y sus éxitos en el terreno de juego le han llevado a ser un referente. Su nombre está al nivel de los grandes futbolistas de la historia de la sociedad blanquiazul. Sus goles en las finales de Copa de Valencia y Madrid, su milagroso tanto ante el Murcia... Son muchas las cosas que ha aportado al Espanyol durante estos últimos trece años. Sólo le faltará una cosa, el gol de Cornellà. El que marcó en Sarrià y Montjuïc no ‘moja’ en la nueva casa.
Nunca antes, a excepción de su año de debut ?participó en 10 partidos y disputó 411 minutos?, había jugado tan poco y había sido menos importante que ahora. Tamudo no salta al terreno de juego desde el pasado 6 de diciembre y tan sólo cuenta en su haber con 347 minutos
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