Raúl Tamudo, capitán del Espanyol, fue el gran protagonista del intrascendental partido que disputaron el conjunto blanquiazul y el Málaga al lograr su primer 'hat trick' como jugador profesional en el que fue, además, el último encuentro de la historia en el estadio olímpico Lluís Companys de Montjuïc. Tamudo era el único jugador de la plantilla que estaba cuando el Espanyol se trasladó a la montaña mágica. En estas doce temporadas se ha convertido en el máximo goleador del club, en el estandarte y en el emblema de la institución. Hoy, para completar el círculo, consiguió su primer triplete.
Fiesta Tamudo
La puesta en escena del Espanyol fue sensacional. Los jugadores de Mauricio Pochettino, liberados por fin de toda la tensión y angustia después de certificar la permanencia hace ocho días en Almería, ofrecieron diez minutos de gran fútbol; los mejores de toda la temporada. Hasta cinco claras oportunidades tuvo el conjunto blanquiazul en el arranque del encuentro. En un ambiente festivo y menos caldeado de lo previsto, volvió a emerger la figura de Raúl Tamudo, el futbolista que más goles ha logrado durante la estancia del Espanyol en Montjuïc. El capitán blanquiazul, que no marcaba en Liga desde el pasado 16 de noviembre ante el Numancia, aprovechó un buen pase de Luis García para batir a Arnau e inaugurar el marcador. El de Santa Coloma, cuyo futuro en el club es algo incierto, no pudo escoger un mejor día para volver a ver puerta.
El partido quedó en segundo plano durante muchas fases y los aficionados se dedicaron a disfrutar del último partido de la historia en Montjuïc. Tímidos cánticos contra el consejo de administración, numeros aplausos a Raúl Tamudo y referencias al nuevo estadio de Cornellà-El Prat. Antes del descanso, Tamudo volvió a dar un poco de interés al choque tras lograr el segundo gol después de una gran asistencia de David García. Del Málaga no se supo nada salvo algún remate lejano de Eliseu y alguna acción de Adriano que tampoco inquietaron a Kameni, que hoy vivió su partido más tranquilo del año. Los jugadores blanquiazules se empeñaron en homenajear a su capitán Raúl Tamudo.
Un final a ritmo europeo
Como hizo el Barça con Samuel Eto'o para que lograse el 'pichichi', todos buscaron al de Santa Coloma. Entre todos quisieron ayudar a que el '23' blanquiazul lograse su primer hat-trick como profesional. Y la insistencia tuvo su premio. Gaspar se sumó también a la fiesta y cometió un absurdo penalti sobre el delantero catalán. Aunque Nené quiso tirarlo, De la Peña le recordó que hay galones en el vestuario y que era el momento del capitán. Tamudo, que nunca ha sido un excelso lanzador de penaltis, acertó en esta ocasión. En un partido ha logrado tantos goles como en toda la temporada. A partir de este momento, cada futbolista se dedicó a buscar su gol y a lucirse. El partido se hizo demasiado largo para los jugadores y para el público, que fue perdiendo fuelle y acabó viendo el partido casi en silencio. Las gargantas estaban demasiado cansadas.
El Espanyol, que ha sumado 25 de los últimos 30 puntos en juego, culminó ante el Málaga un sensacional final de Liga. Atrás queda una temporada horrorosa que se ha maquillado gracias a una racha espectacular. El españolismo dijo adiós a Montjuïc tras doce temporadas con la esperanza de que Cornellà-El Prat sea, definitivamente, el punto de inflexión que necesita esta entidad para reconducir su camino.
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