Él, Raúl, también lo dio todo y más al club que siempre llevará en su corazón porque, pese a quien pese, es "uno de los nuestros" como dicen muchos espanyolistas. Se marchó como máximo goleador en Liga de la historia de la entidad catalana con 129 goles. Ayer fue extraño, muy extraño, verlo con la camiseta de la Real Sociedad (hizo menos daño a la vista verlo con colores blanquiazules) luchar contra los ex suyos. Pero no dejó de ser chocante tanto para los pericos como para él mismo.
El reencuentro
Raúl se vio por primera vez cara a cara con sus ex compañeros sobre el césped de Anoeta. El morbo del que se había hablado durante la semana estaba servido. Como sus compañeros de la Real, saludó uno a uno a los espanyolistas. Hubo abrazos con casi todos (excepto Duscher y Galán que no habían compartido vestuario con él) y brazos efusivos con dos: Javi Márquez y Carlos Kameni. Los tres no han perdido su amistad y están al día de todo lo que les sucede. Uno de los primeros mensajes que envió el centrocampista para anunciar que había sido papá fue a Tamudo. Con el portero tienen complicidad tanto a nivel deportivo como personal. Intentó Raúl batir a su amigo pero el camerunés que le conoce bien supo como atajar sus ocasiones de gol.
Ayer el delantero (¡qué difícil es escribir de él como jugador adversario del Espanyol!) demostró que no está acabado como muchos creían e intentaban hacerle creer. Pero ya no está en el Espanyol. Tiene una nueva afición, la donostiarra, que le aplaudió a rabiar (como hacía la espanyolista) cuando fue cambiado por Llorente. Le premiaron su entrega, lucha y pundonor. Ha empezado a ser un nuevo ídolo para los realistas. Con tres goles es el 'pichichi' de la plantilla.
Se despidió de sus ex
Al final del partido, con el triunfo de la Real, Raúl Tamudo se fue a buscar a sus ex compañeros para saludarles. Callejón, Verdú, Coro, entre otros, se acercaron a él. Ya no es uno de ellos. Ahora es un donostiarra más
No hay comentarios:
Publicar un comentario