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OSCAR ALONSO" height="230" width="360"> Después, trató de batir a Kameni con insistencia Foto: OSCAR ALONSO
Desde el primer momento quedó claro que el de ayer no era un partido más en la carrera de Raúl Tamudo. El de Santa Coloma tenía ganas de enfrentarse al Espanyol y demostrar a quien tuviera que demostrar que todavía queda mucho fútbol en sus botas. No se escondió, se quejó a sus compañeros cada vez que un balón no le llegaba en buenas condiciones, se encaró con los que eran hasta hace poco sus compañeros de vestuario y lo remató todo... y todo ello con los sentimientos a flor de piel y más de 200 aficionados blanquiazules animándole con una pancarta que rezaba ‘Tamudo para siempre’.
Motivado, el ex capitán blanquiazul tuvo hasta cinco claras ocasiones para batir a Kameni y sacó de quicio a un Juan Forlín con quien tuvo sus más y sus menos durante todo el partido.
Hasta Turienzo Alvarez tuvo que intervenir para poner paz entre dos ex compañeros que dieron la sensación de no entenderse demasiado bien. Tampoco con Osvaldo, con quien tuvo el saludo más frío en los instantes previos al inicio del encuentro.
Al ‘killer’ italo-argentino sólo le dio la mano, así como también a Galán y Duscher. Con el resto se fundió en un sentido abrazo antes de enfundarse su nueva camiseta blanquiazul y buscar un gol que se le resistió.
Fue el único pero en el partido del delantero, que sigue a un gol de convertirse en el máximo goleador en la historia del fútbol catalán. Fue sustituido en el minuto 67 y la grada de Anoeta al completo le homenajeó con una sonora ovación. Todo el mundo sabía que ayer era un día especial para un Raúl Tamudo que abandonó el campo junto a Kameni y Javi Márquez.
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