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Raúl Tamudo está de vuelta. Y ésa es la mejor noticia que se puede extraer del partido eterno que se jugó ayer en Barreda y que la Real, tras ir por delante en el marcador con claridad (1-3), dejó escapar tras un último tercio para olvidar. El delantero catalán, titular ayer, ofreció una versión muy mejorada de lo que se había visto hasta la fecha. Y eso para la Real es una muy buena noticia. Quizá la mejor. Ya había avisado en una de sus últimas ruedas de prensa que se estaba encontrando mucho mejor con el paso de los días. Y ésa es la sensación de ayer, que Raúl Tamudo ha regresado. Marcó dos goles, el primero aprovechando un buen pase de Aranburu, y el segundo, muy de su estilo. Listo como pocos, aprovechó una indecisión en el pase de Pinillos para adelantarse y batir a Colcorti, que nada pudo hacer para evitarlo. Además de la actuación de Tamudo, el "bolo" de ayer también sirvió para ver por primera vez en acción a Jeffrey Sarpong y las sensaciones que dejó invitan al optimismo. Incluso mejor por la izquierda que por la derecha. Pero habrá que esperar a verle en un partido de verdad para comprobar si el holandés puede aportar lo que el cuerpo técnico espera de él.
Apatía al final
La Real lo tenía todo a su favor para haberse llevado el partido de ayer. Fue superior al Racing en los dos primeros tiempos, pero en el último, con la mayoría de los titulares en el "once", la apatía hizo acto de presencia y el equipo lo notó. Martín Lasarte lo dijo claro al final del choque. "Si este equipo compite es muy difícil de superar y puede luchar de mitad de tabla para arriba, pero cuando no lo hace...". Y es que al charrúa no le gusta perder ni a las chapas. En los dos primeros actos del partido de ayer, la Real fue una continuación de lo que se pudo ver hace una semana en Anoeta frente al Villarreal. Un equipo rocoso, que deja muy pocos espacios, que muerde al rival, que en cuanto roba, no pierde ocasión para montar una contra y llegar loantes posible a la portería rival.
Todas esas características que el año pasado fueron claves en la consecución del ascenso. Y es que cuando la Real es así, es muy difícil de desbordar. Hay infinidad de ejemplos que así lo atestiguan. Ahí radicó su fuerza el año pasado. Cuando no lo hizo fue cuando llegaron los malos momentos. Gracias a Dios que fueron muy pocos. Ayer, cuando la Real funcionó como un bloque, se mostró segura sobre el césped, pero cuando esa seguridad desapareció, lo aprovechó el Racing para darle la vuelta a un partido que tenía muy encontra. Y es que hay que ver cómo llegaron los goles locales para darse cuenta de ello. Todos llegaron desde dentro del área pequeña, en despistes defensivos, algo que no se puede permitir un equipo que quiere competir en una categoría como es la Primera.
Buena sensación
Pese a ese último tercio, esta Real sigue ofreciendo muy buenas sensaciones ante un equipo de Primera División. Lo hizo en pretemporada ante Sporting, pese a la derrota, y frente a Osasuna. E hizo lo propio hace siete días frente a uno de los "gallitos" como es el Villarreal. Los txuri urdin saben muy bien lo que tienen que hacer en cada momento. El mensaje de Martín Lasarte se ha impregnado de tal manera que es difícil no funcionar como bloque. Incluso, cuando se trata de amistosos como el de ayer. Porque si hay algo que tiene este grupo de jugadores es una confianza plena en el míster. Ésa es su fuerza. Ahí radica su poder. Y no todos los equipos lo pueden decir. Pero, en este sentido, el conjunto txuri urdin está de enhorabuena. La puesta en escena ayer no pudo ser mejor y eso que el primer "once" sólo contaba con tres titulares (Ansotegi, Prieto, Aranburu) del partido ante el Villarreal.
Ello, sin embargo, no fue óbice para ver a una Real muy similar a la de hace pocos días, en lo que la forma de afrontar un partido se refiere. El Racing lo intentaba, pero Eñaut apenas tuvo trabajo. Sólo le inquietó un disparo de Kennedy. Sin embargo, Mario, el meta local, evitó que su equipo se fuera al descanso con un resultado más abultado, sobre todo después de sacar con una gran parada un cabezazo a bocajarro de Viguera.
Pero, poco minutos antes de que el colegiado pitara el final de este primer tercio, se produjo el primer fogonazo de Tamudo, que aprovechó un excelente pase de Aranburu para, de disparo cruzado, batir a Mario. En la reanudación, segundo fogonazo. El ex del Espanyol, más listo que nadie, le ganó la partida a Pinillos y luego a Colcorti para poner el 0-2 en el luminoso. Todo estaba bien encarrilado. Christian recortó diferencias, pero Zurutuza puso el 1-3, aprovechando un excelente pase de Sarpong. Ahí se acabó el recital de goles del conjunto txuri urdin. http://raul-tamudo.blogspot.com/
Con el partido encarrilado, Lasarte optó por poner en liza a sus mejores bazas, pero la apuesta no resultó del todo satisfactoria y eso que el Racing apenas estaba creando peligro. El equipo se dejó llevar y lo acabó pagando caro. La buena noticia es que ayer no había nada en juego. Y pese al traspié, la Real de Lasarte ofreció cosas muy positivas. Y, aparte de que Tamudo sigue teniendo un olfato de cara a la puerta contraria digno de alabar, la irrupción de Sarpong también tuvo sus connotaciones positivas. Jugó sus primeros minutos, y pese a la clara falta de rodaje, el holandés dejó detalles para la esperanza. El día 13 espera el Almería y para entonces, Lasarte también puede echar mano del ex del Ajax. Será entonces cuando la Real tendrá que recuperar su mejor versión para dar un nuevo paso adelante
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