Raúl Tamudo confesaba ayer, casi veinticuatro horas después de volver a vestirse de corto, a Mundo Deportivo ser un hombre "feliz". Apenas pudo dormir después del partido ante el Getafe. Los últimos dos meses había vivido un auténtico infierno, un volcán interno en el que se mezclaron muchas emociones y una presión negativa en su contra que jamás había experimentado. Jugar le liberó de muchas tensiones pero se le agolparon las emociones cuando llegó a casa, se tumbó sobre la cama e intentó cerrar los ojos. Palabras, frases, imágenes de la polémica y luego de la reconciliación le venían a la mente. Fue una noche larga pero sentía que se había quitado un gran peso de encima. "Estoy muy feliz por haber vuelto a jugar", repitió el delantero, aunque "como espanyolista estoy triste porque nos eliminaron de la Copa del Rey y no pude ayudar al equipo a seguir en esta competición".
Los seguidores pericos le recibieron con los brazos abiertos. Reacción que Tamudo agradece enormemente. "A la afición sólo puedo darle las gracias por su apoyo. Siempre ha estado a mi lado y espero corresponderle como se merece", afirmaba contento por los aplausos que le dispensaron. Al final del partido se dirigió a la grada donde está ubicada La Curva y les lanzó la camiseta de su vuelta, una de las más preciadas de las que ha llevado en sus 19 años como espanyolista.
Sus compañeros
También al acabar el partido, Raúl tuvo un gesto de agradecimiento con sus compañeros: buscó uno a uno sobre el césped para darles la mano. Ellos se la tendieron, como hizo el técnico, él la recogió y les 'entregó' la suya después de haber jugado dándoles las gracias por no haberle dejado solo en las últimas semanas.
"Me sentí muy bien en el campo", explicaba ayer el delantero. Lógicamente la procesión iba por dentro pero enseguida se hizo al ambiente y sus compañeros le ayudaron. "Volví a ser feliz jugando y vistiendo de nuevo la camiseta del Espanyol",confesaba.
Hoy la plantilla volverá a entrenarse. Raúl, a quien la polémica no le influyó su rendimiento diario, seguirá trabajando con las mismas ganas que lo ha hecho siempre. Quiere que "la normalidad" vuelva a su vida y su vida es el fútbol. Este fin de semana no hay Liga. El domingo 22 el Getafe regresará a Cornellà-El Prat para disputar la undécima jornada del Campeonato. Raúl, como el resto de sus compañeros, luchará por estar en la lista y volver a vestirse de corto para ayudar al equipo.
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