No creemos que ahora sea justo mentar a Tamudo en la tarde más aciaga de José Callejón
No se trata de encumbrar a nadie, ni fabricar en sólo dos partidos un nuevo ídolo, pero es evidente que cuando Fernando Marqués se lesionó, el juego vertical y peligroso del Espanyol tocó fondo. Nadie rompía el juego por velocidad. Tenían que pasar demasiados minutos para que algún futbolista catalán lograra provocar alguna falta que pusiera en apuros a la defensa asturiana. Fue una segunda mitad de aquellas que por el bien del fútbol se podía haber evitado. Al Sporting el uno a cero ya le iba bien y al Espanyol, sin la chispa de Marqués, le desapareció la portería rival. No creemos que ahora sea justo mentar al goleador Raúl Tamudo en la tarde más aciaga de José Callejón. El dorsal 23 en la liga pasada solamente había logrado dos goles en nueve partidos. Tampoco los números son como para echar las campanas al vuelo y ya se sabe que las comparaciones no conducen a ningún lugar. ...
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