19 oct 2009

Raúl Tamudo y su representante

Lo ocurrido en el caso Tamudo son hechos que ocurren continuamente en el mundo del fútbol. Un representante que busca el interés de su cliente, en este caso Raúl Tamudo, que acaba contrato en un año. Por otro lado el club, que busca el interés del club, y como Tamudo, es evidente, no es el que era, no le interesa renovarlo. El representante se tira un farol, pide una disminución de la cláusula de rescisión porque según él hay ofertas, y el club se comporta olvidándose del jugador que está detrás de ese farol. ¡Si se quiere ir que se vaya! Y le concede esa bajada. Ahora el club se pone chulo y el agente farolero se echa para atrás. “El club quiere echar a Tamudo”, y el club “No es verdad, es Tamudo el que se quiere ir”. Si está claro que es un farol, Tamudo quiere quedarse, y el club quiere que se quede, ¿por qué tanto lío? Aquí hay alguien que miente.


Hasta aquí los hechos, ahora las opiniones. Comportarse así con Tamudo es comportarse como lo hubiese hecho el FC Barcelona con cualquiera de sus cracks. No nos podemos permitir que Tamudo cierre su relación con el club de esta manera. Yo, como Joan Golobart (La Vanguardia, Sábado 17 de Octubre), soy tamudista porque soy agradecido. Raúl ha sido de los pocos jugadores que nos han permitido deportivamente mirar por encima del hombro. Que ha conseguido que sintiese una alegría inmensa en un campo de fútbol. Hay goles que jamás olvidaré. Yo estuve en el Camp Nou cuando Tamudo en el último suspiro del partido aguó la fiesta a 120.000 culés que saltaban y cantaban el alirón. He presenciado sus goles en las finales de copa, sobre todo me acordaré del de Mestalla robándole la pelota de entre las manos a un despistado Toni Jimenez. Pero aunque no hace falta que nos volvamos locos y exageremos nuestros sentimientos, y aunque sé que el fútbol es sólo deporte, también sé como los ciudadanos de Cataluña, que el Farsa es más que un club, es un partido político, y por lo tanto el fútbol es más que deporte. Si el fútbol fuera sólo deporte entonces, ¿qué mal habría en que nos alegremos tanto porque una pelotita entra en la portería?

Raúl Tamudo está siendo tratado injustamente y eso no me lo esperaba del Español. ¿Se va a arrastrar cada vez más en un campo de fútbol? Seguramente sí, pero él se ha sacrificado por el club muchas veces. Para empezar ha dejado de ganar dinero rechazando, por lo que sea, diversas ofertas que ha recibido durante su carrera, y sobre todo se ha matado en cada partido, llegando en ocasiones al límite de la lesión. Por esos sacrificios Tamudo se merece arrastrarse el tiempo que quiera en el Español, ese es el coste que debemos soportar. Espero que el club rectifique le pida perdón y Tamudo se “arrastre” este año y nos haga disfrutar con su mera presencia. Siempre que vea a Tamudo recordaré la cara de los 120.000 culés incrédulos, abatidos, lloriqueando. ¡Grande Tamudo!

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